El gobierno participa en la cumbre del clima de Glasgow en pleno debate sobre la reforma constitucional que limita la generación eléctrica privada.

México acude a la Cumbre del Clima de Naciones Unidas con las manos vacías. Sin nuevos compromisos de reducción de emisiones y con los objetivos que presentó el año pasado suspendidos por un tribunal. El presidente Andrés Manuel López Obrador, siempre reacio a giras internacionales, no viajará a Glasgow para la COP26 y delegará en la Secretaría de Medio Ambiente, María Luisa Albores. Esta participación de segundo nivel en una reunión clave para contener el calentamiento global coincide, además con el impulso a una reforma constitucional que amenaza el crecimiento de las energías renovables en el país.

Más de 100 jefes de Estado, entre ellos el presidente de EE.UU Joe Biden, tienen previsto asistir al cónclave. Se busca un nuevo empuje a la agenda climáti

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